Observo tus manos, miro tu rostro
Se perfilo un camino angosto
entre tu corazón el mío
de luz, rayos de energía
Me tomas de las manos
cada vez dandole la vuelta al mundo
Y los oscuros sin nombres, nos observan
Mis labios y tu boca se entrelazan
y podemos sentir el gusto del paso del tiempo
abismos temporales de malignidad y locura
unidos por la protogenitora fuerza de la vida
nosotros, los muertos, los dioses oscuros.
Dando la vuelta al mundo
danzando sobre atrios de tiempos antiguos
Y de los oscuros, se acerca un niño
trayendo una mandragora y un lirio
asegura son de yermos perdidos
Tu y yo
Dioses Oscuros, Angeles del Tiempo
la atemporal madre noche,
llena de inmortalidad paz y olvido
Solo nuestro recuerdo, yo en el tuyo yu en el mío
Dando la vuelta al mundo, y todos los mundos
estos girando en orbitas de locura, sin fin, sin luz y sin nombre.
domingo, 15 de febrero de 2009
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